jueves, 5 de enero de 2012

TODOS LLEVAMOS UNA ALICIA DENTRO.

(Tuve que extenderme en este post. Vale la pena)
La recuerdo bien. Bajita, delgada, sus ojos me impresionaron, pero mas allá su mirada y firmeza. Yo tenía 22 años y conducía un noticiero local en Monterrey, Nuevo León, México.
En ese tiempo la entrevisté para que platicara a los televidentes como es que salvaba y albergaba a mujeres que vivían violencia dentro de sus casas, arriesgándose a hombres enfurecidos, que la perseguían y amenazaban. Me habló sin miedo, convencida de que hacía su labor por mera solidaridad de género, porque era madre de dos hijas, porque era su vocación y porque alguien tenía que hacer algo ante tantos casos, sólo por eso: porque quería hacerlo y punto.

Sus palabras me tocaron el alma. Alicia me hizo pensar por primera vez en mi corta vida, dentro de mi juventud que por cierto viví demasiado rápido y con grandes responsabilidades, que YO no estaba haciendo algo por todas esas mujeres de mi país. Que YO ELDA MOLINA, simplemente estaba en una situación privilegiada y cómoda. Fría y probando el éxito. Solamente informando a las audiencias sobre "las lamentables noticias de feminicidios y violencia contra niñas y mujeres, discriminación y maltrato". ¿Y después que seguía? Seguro preparar mi maquillaje para mi segundo programa, enlace, grabación, entrevista, corte informativo... y sintiendo sí... sintiendo. Pero haciendo menos que NADA.

Después, le perdí la pista y hace días encontré que la bella Alicia sigue haciendo maravillas. En una plática publicada en la revista Proceso, narra su vida. Como fué que cambió cuando haciendo el servicio social de su carrera profesional en el Centro de Atención a Víctimas del Delito en Monterrey, vió a una mujer y a sus hijos llorar por el terror de volver a su casa.

Retomo partes de la entrevista de Proceso.
“Regresé a mi casa con ganas de haberle dicho ‘vente para acá, escóndete en mi casa o en algún otro lado’. Pero también sabía que como ella había muchas y que si hacía eso, iban a acabar todas en mi casa. Me quedé con una sensación espantosa en el alma.” Explica.
“Cuando comienzan a preguntar dónde están esos refugios en México, nadie sabía, y empiezo a conocer gente que trabajaba en refugios de mujeres en India, Estados Unidos, Canadá, Finlandia… Dije: ‘Por Dios ¿cómo que en México no hay?’.
Decidí que eso no podía seguir así, algo se tenía que hacer”.Comenta que llegaban al albergue víctimas de violencia física, sexual, psicológica, económica, patrimonial y social. No encontraban salida porque sus familiares y amigos les decían: “Agarra tu cruz y síguelo”. “Búscale el modo, mi’jita, porque así salió y los hombres son así”.
En 1996 fundó Alternativas Pacíficas en Monterrey, el primer refugio para mujeres, niñas y niños maltratados que se instaló en México. Gracias a su activismo y determinación se logró que la violencia intrafamiliar fuera considerada delito en Nuevo León. También se estableció la Norma Oficial Mexicana NOM-190. Prestación de servicios de salud. Criterios para la atención médica de la violencia familiar.
“De pronto pienso: ¿para qué estoy haciendo esto? Y digo que ya no quiero seguir, pero alguna persona llega y me dice: ‘muchas gracias porque me abrieron esta puerta y logré transformar mi vida y mis hijos y mis hijas tienen otra oportunidad que nunca soñamos tener’. Esas palabras me bastan para agarrar un poco de aire y seguir con mi trabajo.”
“Recuerdo un juez que quería regresar a su casa a una mujer que había sido ¡apuñalada! No le otorgaba la separación provisional porque decía que no tenía caso, pero nosotras la necesitábamos jurídicamente para que no la fueran a demandar, de manera injusta, por abandono de hogar.”
Alicia le pidió al juez que firmara una carta de responsabilidad para pagar los gastos médicos o funerarios si alguien salía lastimado por tanta violencia intrafamiliar. Éste la apercibió porque no le gustó la manera en que le hablaba.
“Le dije, discúlpeme pero no creo estarle faltando al respeto. No sé de qué otra manera hablarle, pero dice la ley que usted debe proteger a esta mujer para prevenir un delito que ya sabemos que va a pasar.”
El juez le preguntó si era abogada y Leal respondió que no. El magistrado le aclaró que una señora no le diría cómo hacer las leyes. Amenazó con arrestarla por desacato. Entonces, la mujer maltratada pidió ser encarcelada junto con Alicia, quien a su vez pidió a sus compañeras que llamaran a los reporteros para denunciar el caso. Sólo así el juez aceptó darle “por excepción” la separación provisional a la mujer agredida.
El trabajo de Alicia la ha expuesto a la violencia. En una ocasión la encañonaron afuera de su casa e incluso ha recibido amenazas de muerte.
El gobierno de Monterrey le retiró los recursos económicos y la organización Alternativas Pacíficas sufrió una crisis institucional. Al mismo tiempo Leal fue víctima de difamación y corrieron muchos rumores en torno a su persona, todos ellos “muy desagradables”.-

Es tan raro para muchos, que personas como Alicia y mucha gente que le gusta el altruismo por naturaleza propia, decidan un día hacer algo por los demás por mera convicción personal. Cuando con gran entusiasmo formé parte del Patronato de la Posada del Buen Samaritano y después lo dirigí por 3 años, me preguntaban si yo había sido adicta a drogas o cual era la razón tan fuerte que me movía a hacer tantas actividades y a promocionar tanto la causa de mujeres y niñas que buscaban rehabilitarse de las adicciones. Un patrocinador de un maratón televisivo que tuve la oportunidad de coordinar para recabar fondos, gran empresario sonorense que omitiré su nombre pues no es mi intención afectarlo me dijo: 
Elda, "¿porque YO voy a ayudar a mujeres que andan drogándose por las calles en la parranda, cometiendo delitos, abandonando a sus hijos y faltando a su trabajo, habiendo tantas causas porque luchar como niños de la calle, ancianos, etc.?"
Sentí un escalofrío y no pude dejar de verlo a los ojos por unos segundos, seguramente con cara de ogro, no lo sé. Recuerdo que le contesté algo así:
"Sr. tiene ud. razón. Nadie puede ayudar a una causa en la que no cree. Sólo le platico que acabo de entrevistar a una niña de 12 años que desde los 10 fue violada y adicta al cristal porque un sr. de 40 años le dió droga cuando esperaba su camión escolar. Esa niña quizá no es su hija, pero puede ser su nieta, sobrina o ahijada. Esa niña crecerá y si no se atiende, seguro seguirá siendo una persona despreciada por la sociedad y a la que NADIE quiere ayudar por andar en la parranda y quien probablemente a usted le dé serios problemas."  Este señor fué patrocinador "oro" del Salvatón y donó 200 mil pesos.
Alicia, la Posada del Buen Samaritano, este patrocinador estrella, historias, miradas, abrazos, lágrimas y sonrisas de mujeres que salen adelante me han hecho cambiar mi forma de ver la vida y luchar por las causas que he seguido fiel y paso a paso  hasta hoy y desde hace más de 10 años. 
Por eso, con el corazón el mano te digo  que si quieres hacer algo por los demás, por una causa que te toque, te duela, que quieras mejorar: no preguntes, no te fijes en lo que los demás dicen de tí, si te critican, si murmuran, si cuestionan porque lo haces o porque no haces algo mejor con tu dinero y tu tiempo. Si tu madre o tu amigo te dicen que pierdes el tiempo y que no vas a cambiar el mundo, sólo sonríeles y diles que estás loca (o). Sólo piensa en seguir encontrando el camino. Sólo HAZLO.
Ovv. Sólo Vive.

3 comentarios:

  1. Muy cierto, muchos nos doblegamos antes de empezar, lo peor que a los que se animan a hacer algo nos encargamos metodicamente de desanimarlos como sociedad, felicidades y gracias a todos los que dan su tiempo, su esfuerzo y sus ideas por mejorar algo en nuestra sociedad, donde los demas lo aceptemos o no gracias a ustedes nuestra sociedad y por ende nuestra vida es mejor. Ojala hubieramos mas de ustedes

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  2. Inspirador!!! .... gracias por la historia... Elda como siempre una excelente nota... un abrazo!!!

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  3. Gracias querida Elda, me dió gusto verte de nuevo. Y si bien te agradezco la mención en tu blog, te confieso que esta camino hubiera sido imposible de andar sin la compañía de mujeres como tu, que quieren, por que sí, estar otra vez de vuelta!

    Un abrazo y seguimos en contacto.

    Alicia

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