lunes, 12 de septiembre de 2011

70 VECES 7

A veces cuesta aceptar, que PERDONAR es una ELECCIÓN. Solemos pensar que para perdonar a esa persona, debe pasar el tiempo, cambiar la vida, esperar que se le regrese el daño que nos causó, exigirle que te pida una disculpa o vengarte en cierto modo para hacerle vivir en carne propia su ofensa.
Vivimos dolidos por cosas que nos dijeron o pasaron de niños, por aquella burla que te hacían en el colegio o porque tu madre o padre te decía constantemente que tu hermano era mejor que tú en todo. Y de adultos.. con el alma más cerrada aún: que decir de la persona que te robó, que te mintió despiadadamente y de aquel hombre o mujer que rompió todas tus ilusiones. De aquella amiga que te traicionó contando todas tus intimidades a tus otras amigas cuando habías confiando plenamente en ella. 
¿Vale le pena seguir atormentando al corazón de esa manera? ¿Cuesta verdad? Cuesta. Pero es una DECISIÓN tuya y de nadie más.
Quizá ese día que esperas no llegue nunca y tú, mañana estés tres metros bajo tierra, enterrada (o) con odio, rencor, coraje, resentimiento, amargura y esperando que ese "maldito (a)" pague sus deudas en la tierra.
Al leer esto quizá pienses: "Claro Elda, a tí no te han matado a un hijo". "Claro Elda, a tí no te ha robado todo tu patrimonio tu propio hermano". "Claro Elda, tú no tuviste un padre que te pegaba sin razón." Te entiendo. Cada uno de nosotros, guarda en el alma sus propios dolores, unos más grandes que otros. Unos tontos y otros simplemente que han lastimado lo más profundo de nuestro ser. Aún así.. odiando, guardando rencor.. ¿La vida te regresará aquello que perdiste? Mientras más resentimiento guardes... ¿Crees que la vida o Dios te regresará a tu hijo, dinero, el amor que se fué, la amistad que se rompió, cambiará la forma de ser de tu padre o de tus hermanos? NO. El rencor, sólo te hundirá más y más en tu propia amargura porque, ¿sabes? quizá quien te hizo daño ya ni te recuerde y ande feliz por la vida. Confía en que todo se regresa y que la justicia divina es mucho más fuerte que la que tú puedas ejercer como un simple mortal aquí abajo. 
DECIDE PERDONAR. Haz el intento poco a poco. Elige a una persona primero. Después a otra. No se trata que vayas corriendo a verla y abrazarla (aunque si te nace puedes hacerlo). Se trata de olvidar desde el fondo de tu ser. Se trata de que ese hecho incómodo ya no te robe el sueño, ni te haga blasfemar. Se trata que lo veas como un aprendizaje que la vida te dió para NO VOLVER A COMETER LOS MISMOS ERRORES, para conocer de que estás hecho, para valorarte y estar alerta. Día a día conocemos a personas que nos dan lo mejor, otros lo peor. Te puedo asegurar que quien te dá lo peor, no vive feliz consigo mismo, así que no entres en su juego. (Lee el post SUMAS Y RESTAS de OVV)
Conozco casos de personas cercanas a mí que, al borde de la muerte llaman a sus hijos, amigos, esposas, compañeros de trabajo para pedir perdón y perdonar. ¿Es necesario esperar ese momento? Sólo piénsalo. Sé feliz. Libérate un poco.
OVV



1 comentario:

  1. Ay Amiga... pusiste el dedo en la herida... sabes que hace poco me paso algo muy fuerte que me hizo entrar en una etapa de reflexion muy fuerte... definitivamente damos por sentado que el día que decidamos "hablar de perdon" la gente.. nuestra gente estará allí... lamentablemente para mi fue un poco tarde, así que aprendi que además de aprender a perdonar a los demás primero debemos empezar por nosotros mismos, por nuestros errores personales que han atentado inicialmente contra uno mismo y luego terminamos exteriorizandolo contra los demás...

    Es triste pero cierto.. sólo hasta que la vida nos enseña que para perdonar también hay tiempo, pero que sólo en vida se puede hacer... Gracias... =)

    ResponderEliminar