1- DI NO. Atrévete. Defiende tu NO. NO quieres, NO te gusta, NO lo crees viable, NO puedes. NO. Siente como corre por tus venas la sensación positiva por haberlo dicho. NO.
2- MÍRALE A LOS OJOS. Cuando te agreda, grite, humille, ofenda, no bajes la mirada. Respira profundamente y ve sus ojos sin retarle. Piensa en otra cosa, en tus actividades del día, en tu trabajo. Sólo escucha tranquilamente. (Obviamente si temes golpes, ni siquiera debieras estar hablando con él. Huye.)
3- PON FECHAS LÍMITES. Puede costarte dar pasos firmes, pero tener una fecha te ayudará: "El viernes hablaré con mi madre sobre mi situación". "El 10 de junio hice cita con un especialista en violencia intrafamiliar y asistiré". Piensa y razona bien lo que deseas, incluso lo que te resulte más difícil. Segura y firme, ponle fecha. ¡Si puedes, claro que puedes!
4- SE AUTOSUFICIENTE. ¿Tomas tus propias decisiones o el miedo te hace consultarle constantemente a quien te agrede? ¿Trabajas? ¿Puedes mantenerte, mantener tu hogar e hijos? ¿Puedes tomar un auto y conducir en carretera? ¿Te atreves a asistir sola a reuniones, eventos de tus hijos o familia, citas escolares? HAZLO. Formarás parte de millones de mujeres mexicanas que lo hacen a diario con la frente en alto. Así que adiós a la víctima y ponte en acción.
5- RECONOCE QUE NECESITAS AYUDA. Y encuéntrala. Si eres maltratada y tienes miedo, nadie sabe, te da pena el que dirán, justificas la violencia, te culpas a diario de no actuar, de nada te servirán los 4 tips anteriores. Perdiste un minuto más de tu vida leyéndome.
Despierta OTRA VEZ DE VUELTA. Amor y Fuerza. ÁNIMO.
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