miércoles, 15 de junio de 2011

CARTA A MI MEJOR AMIGA


Recuerdo mucho cuando éramos niñas. Ocurrentes, alegres, traviesas. Juntas éramos algo increíble y mágico. No recuerdo haberme enojado contigo nunca, ni siquiera haber discutido por alguna tontería en todos estos años que tengo de conocerte. Kinder, primaria, secundaria, prepa, universidad. ¡Que tanto hicimos juntas! Siempre vivimos una especie de complicidad que con miradas nos llevaba a lo mismo siempre: reír, crear o divertirnos.


Siempre respetaste mi espacio y mi vida, mis defectos y me animabas en mis proyectos. Teníamos siempre los primeros lugares en la escuela, actividades culturales, concursos ¿que nos falto hacer? Nada creo jajaja. Ahora que eres una profesionista exitosa me siento tan orgullosa de tí. Ví como te esforzaste por ser la mejor siempre, con tu sencillez y corazón enorme. Lo lograste. Tus hijos amiga, tan bellos en todo, así como tú. El cariño que te tengo, como a una hermana, es de esos en los que pueden pasar los años y siempre estará ahí, intacto y listo para tí. 

Te escribo esta carta porque sé que no puedo verte ni hablarte, no quiero darte problemas. La última vez que te ví me dolió tu mirada. Aquella que conozco de siempre llena de vida, hoy es triste y gris. Tus manos que hacían música ahora tiemblan de miedo. Tu mente que creaba, ahora vive de recordar frases que te han lastimando enormemente.  La sonrisa que amanecía contigo, se esconde bajo un seño de preocupación y ansiedad. ¿En qué momento te olvidaste de vivir? ¿En que momento perdí de vista la escencia de mi amiga? ¿Como puedes regresar OTRA VEZ DE VUELTA? Ni siquiera sé si en realidad eres feliz así. Pero conociéndote tanto y por tantos años, podría jurar que quieres correr y correr lejos en donde nadie pueda encontrarte. Aunque tu sabes y estoy segura también, que soy una de las personas que sí te encontraría.

Me dolerá más aún no hacer nada por tí. Ya somos mujeres y ya no podemos rescatarnos como niñas. 
Me perdonaré cuando algo te pase, porque me quedaré con la idea que siempre hice lo que pude por tí.
Mira que yo lo viví y sé que estás a punto de salir o de seguir. Me despido diciéndote que estaré cuando regreses, que deseo que seas feliz. Tú cuentas conmigo aunque no vuelva a ver la luz en tus ojos y tu enorme sonrisa. OVV

Tips para ayudar a tu amiga OJO: Lo primero es que ella quiera dejarse ayudar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario